"La novela, que para mí no es una obra de arte, es por encima de todo la descripción del discurso de un determinado fragmento de la realidad, imaginada o verdadera –lo mismo da-, pero de la realidad definida en el sentido de que lo principal en ella es el contenido en lugar de la forma. Evidentemente, esto no excluye la fantasía más desenfrenada en el tema y en la psicología de los personajes. Se trata únicamente de que el lector se vea obligado a creer que las cosas son o pudieran ser así y no de otra manera"
Stanislaw Ignacy Witkiewicz, conocido como Witkacy, en el prólogo de Insaciabilidad
EXTRACTO DE LA CORRESPONDENCIA ENTRE JULIAN DEZA Y FERNANDO DEZA,DE LOS ARCHIVOS DE SEBASTIÁN DEZA. 1943.
(...)Y pese a la muerte de Ricardo, el sentimiento
de euforia que me embarga es legítimo y no creo faltar a su memoria, sino más
bien honrarla, al hablarte de ello.
Como ya te conté en mi anterior misiva, el prisionero
polaco que compartió con Ricardo las penurias del campo logró llegar hasta mi,
entregándome la llave que mi primo obtuvo en Zakopane, y que perteneció a
Witkacy.
Cómo deseo, y más en ese momento, que la distancia
que nos separa por culpa de la situación política no exista, que estés junto a
mi para seguir adelante con nuestros experimentos y llegar juntos a la verdad. De
no ser por tu forzado exilio, tal vez hubiéramos podido ayudar a Ricardo en su
epopeya, y quizá los tres hubiesemos logrado volver a nuestra vieja casa
familiar con la llave en nuestro poder. Es posible incluso que hubieramos
tenido la oportunidad de hablar con Witkacy, algo que Ricardo no consiguió.
A pesar de que la mala Fortuna, o tal vez las
fuerzas de la Ciudad, hicieron que el artista hubiese encontrado ya la Muerte
Definitiva antes de que Ricardo pudiese entrevistarse con él, nuestro primo
pudo hacerse con la llave, y consiguió que llegase hasta mi pese a la guerra
que asola nuestro desgraciado continente y que, como ahora puedo asegurar, no es más que un debil reflejo de la guerra entre los Maestros por el control de la Ciudad.
Esta llave tiene, como todas las que poseo, un papel
en la Configuración, y estoy firmemente convencido de que cuando logre dar
forma a dicha Configuración, las puertas de la Ciudad se abrirán por fin ante
mi mostrándome todas sus oscuras maravillas. Y como el resto de las llaves que
ya poseemos, tiene poderes en sí misma.
He comprobado que, cuando la llave toca mi piel, los
hombres parecen ignorar mi presencia si así lo deseo, como si no estuviese del
todo en esta parte del velo, como si hubiese cruzado al menos parcialmente al
otro lado.
Ningún policia solicita mi documentación, ningún
portero o guardia me detiene cuando trato de entrar en oficinas, clubs privados
o edificios oficiales, ningún tendero trata de cobrar por las mercancías que
cojo sin pagar, ningún camarero me exige el cobro de lo que consumo en los
cafés.
Desde que poseo la llave, varios experimentos como
los que te menciono arriba, y otros más complejos que he desarrollado a partir
de los libros arcanos, y que no me atrevo a consignar por escrito, me inducen a
pensar que esta llave es una de las que permiten franquear la segunda puerta.
Como ya confirmaste en tus propios experimentos,
esta segunda puerta es una de las más accesibles, un paso a la Ciudad que puede
ser cruzado, en las condiciones adecuadas, por Despiertos y Durmientes de igual
forma. Es un espacio del velo que ambos lados comparten, sin que los Durmientes
sean conscientes de ellos, ni sea necesario estar Despierto para cruzarla.
El grave peligro de esta puerta reside,
precisamente, en que no es necesaria la Voluntad para usarla. Ni tampoco
permite, por lo que he deducido hasta ahora, ver por completo la Ciudad,
percibir su apocalíptica arquitectura ni a sus terribles habitantes, sino que
es más bien como el pasillo oscuro de un gran edificio, uno de esos modernos
edificios de oficinas que crecen como hongos en la oscuridad de nuestra época,
y por pasillo, ese sótano, transitan tan sólo conserjes y fontaneros, empleados
oscuros y anónimos que cazan ratas en la penumbra, que arreglan las pequeñas
averías y mantienen en marcha el corazón del edificio sin saber qué ocurre, qué
se decide en las plantas nobles, ni conocer siquiera a quienes toman esas decisiones.
Esa segunda puerta es, por tanto, una de las puertas
de servicio de la Ciudad, y aquellos que la cruzan sin el conocimiento previo
de lo que hay al otro lado corren un peligro inmenso.
Mis experimentos, que Dios y tú sepáis perdonarme,
me han llevado a cruzar este umbral pese a que te prometí reiteradamente no
hacerlo sin ti, y las cosas que he visto al otro lado han hecho peligrar mi
vida, mi alma y mi cordura. Ruego al Señor Todopoderoso que ningún hombre sin
la adecuada preparación siga mi camino.
Y sin embargo, después de todo lo que he visto en
esas calles ténebres y sucias, estoy en condiciones de asegurarte que algunas
personas son capaces, no sé por qué caprichos del Destino u oscuras intenciones
de los Maestros, de cruzar la segunda puerta sin objetos numinosos ni hechizos,
ni más asistencia que la de sus propias fuerzas y capacidades.
Ruego a Dios y a los Poderes por ellos.
Mira que es listo y admirable Witkacy, pese a su manía de considerar que la prosa no es arte. ¿Quién dice que no tenía, tal vez, algún objeto mágico como la llave para apoyar su extraña obra? Un abrazo, Maga
ResponderEliminarSiempre me ha gustado el "género epistolar", sea real o inventado. Es como asomarse a una intimidad ajena, cargada de matices y misterio. Sabes que las lecturas que provocan preguntas son mis favoritas, por lo que mi cerebro está encantado abriendo tus Puertas. Felicitaciones, José, por este capítulo y, sobre todo, por la constancia en el trabajo que tus lectores valoramos y agradecemos. Un abrazo confianzudo desde mi Luna
ResponderEliminarEspero seguir con la constacia. Depende de la fabrica de
EliminarJacko, ya sabes
Otro camino abierto. El retorno de los Deza que creo que tienen mucho juego que dar aún. Referencias al Hombre de los tatuajes... Me encanta! Ya sé que te lo he dicho muchas veces, pero es que cada día lo haces mejor :)
ResponderEliminarAbriendo para tratar de cerrar, de cohesionar. Lo bueno de un puzzle es tener todas las piezas ;)
EliminarEse genio Stanislaw Ignacy Witkiewicz, que estaba grandemente equivocado, en cuanto a que la novela no es un arte. Claro que es, pero cierto que hay que tener arte para escribirla, así como los relatos que es lo que alcanzo a leer mejor, debido a la falta de tiempo.
ResponderEliminarMe alegro de que nos explicases cómo se gestó la cruzada de la Puerta II y mola que no te vean para no tener que enseñar papeles. Me imagino en las fronteras, con las puñeteras aduanas. Muy bien.
Gracias por compartir.
Saludos.