Detuve el coche para verla pasar y ella sonrío, hechizándome.
Mi GPS, apagado, sentenció "Has llegado a tu destino".
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miércoles, 21 de febrero de 2018
viernes, 2 de febrero de 2018
EL MONSTRUO DEL FINAL DE MI CUENTO
EL MONSTRUO DEL FINAL DE MI CUENTO
Se llamaba Jonathan Silencio, y era un hombre como los demás.
Entró en el club con ese aire despistado, como de haberse equivocado
de sitio, que todos los hombres solitarios muestran al cruzar la
puerta, y que desaparece en cuanto se acercan a la barra, los ojos
ansiosos saltando de una chica a otra, escogiendo ya compañía para
una o dos horas de desahogo.
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