BIENVENIDOS A TENTACLE PULP
Allá por 1920, leer no era fácil.
Porque no era barato. Al menos así lo veía una sociedad con una
estabilidad económica y laboral precaria, y con muy poco tiempo
libre.
El libro como objeto, en su edición de
calidad, con sus tapas duras, de editoriales prestigiosas y autores
de renombre, se convierte en algo poco accesible. Una situación que
no nos es desconocida, ¿verdad, paciente lector?