Hola de nuevo, paciente lector.
Hoy no vengo a hablarte de la última
historia que estoy escribiendo, sino de la aventura que vivo. Sí,
sí, como te lo cuento. Hoy soy un aventurero en un mundo de
fantasía, luchando contra peligros inimaginables para defender mis
ideales. Resulta duro, claro, esto de ser un héroe, pero divertido.
Me estoy refiriendo a los librojuegos
de CRONICAS DE TERRÁGOM, del autor Juan Vicente Pérez.
Ah, que te preguntas qué es un
librojuego.
Pues verás, un librojuego es una
videoconsola, un equipo de realidad virtual, una novela y un juego de
tablero, todo ello junto, manejable, individual o compartido. Vaya
invento. Pero existen.
Ya estaban aquí cuando yo era joven, y
los títulos de Lobo Solitario o Elige Tu Propia Aventura me
acompañaron entonces, me hicieron capaz de soñar, de crecer, me
hicieron ansiar escribir, contar historias. Pensaba que todo el
pescado estaba vendido en ese tiempo, ya lejano, pero hay luz en el
horizonte. Juan Vicente ha creado una nueva forma de soñar, de
imaginar.
Los librojuegos a los que aludo son
aventuras que puedes vivir individualmente o en familia, actuando uno
como narrador y otros como jugadores. Dos dados de seis caras, el
libro, un lápiz y una hoja en blanco son todo lo que nos hace falta.
Empezamos a leer la novela, y de
repente nos damos cuenta de que el personaje, el protagonista, el
héroe, somos nosotros.
Tú y yo, paciente lector. Los
portadores de la espada, los justicieros, los que hacen que cada
acción cuente. Esa fantástica sensación de decidir la historia es
nuestra.
Seguimos las instrucciones, simples,
asequibles, y elegimos por dónde irá el cuento, qué ocurrirá en
el relato. Juan Vicente nos convierte en dueños de nuestro destino.
Inmersos en un mundo que nada tiene que
envidiar a clásicos como El Señor de los Anillos o Terramar,
personajes de una obra de Tad Williams o de las Crónicas de
Belgarath, creceremos y desarrollaremos nuestro personaje jugador.
Avanzar o morir. Ganar o perder. Apostar la vida a cara o cruz.
Bah, eso ya lo hago en mi videoconsola.
Eso ya lo hago en no sé qué juego masivo de la red.
Genial. Dale, que te diviertas. Ningún
capricho tecnológico te permite reinventarte a cada paso, establecer
los límites, los colores, las sensaciones del mundo del juego como
lo hace un librojuego. Eres el dios de este mundo, sólo tienes que
respetar unas pocas reglas básicas y ver que el límite es tu
imaginación. Y eso, mi paciente lector, quiere decir que no hay
límites. Porque somos soñadores, somos héroes, dioses, fracasados,
magos, guerreros. Y Juan Vicente nos da las herramientas para serlo.
Conoced los libros. Hablad con el autor
en las redes. Mañana me daréis las gracias por vivir esta aventura,
por compartirla con familia y amigos, por descubrir nuevos sueños.
Muchísimas gracias. Me ha emocionado enormemente la reseña. No hay mayor satisfacción para un autor que hacer soñar con sus historias.
ResponderEliminarUn honor y un auténtico placer que hayas decidido dedicar parte de tu preciado tiempo a explorar Térragom y vivir tu propia aventura.
¡Larga vida a los librojuegos!
Juan Vicente
Larga vida, compañero. Explorar esos mundos solo y con mi gente será una gran experiencia, me has devuelto mucha juventud y he ganado tiempo al leerte, porque ese tiempo vale la pena cuando se disfruta. Gracias de verdad.
EliminarLo dicho. Todo un placer, bienvenidos a Térragom y muchas gracias!
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